Muchos actores, especialmente en sus primeros castings, se preparan a conciencia sus líneas creyendo que eso será lo único que les hará conseguir el papel al que aspiran, y se olvidan de muchas otras partes de la prueba que también entran en juego y son importantes: una de ellas es el momento de su presentación a cámara.
A veces esta parte se guarda por separado del resto de la prueba para que se pueda visionar de nuevo más adelante, si el director piensa que puedes servir para otro proyecto o necesita refrescar su memoria. ¿No crees que vale la pena invertir un pequeño esfuerzo en tu presentación? Aunque sea una introducción breve de ti mismo y deba ser natural, no la minusvalores y trabájatela antes en casa, al menos las primeras veces. ¡La primera impresión que se llevará de ti el director es muy importante!
¿Cuándo y por qué?
Para ponerlo todo en contexto, hagamos un repaso de la estructura general de un casting: Después de entrar, saludar y situarte en la marca indicada, el director te indicará que, además de dar los perfiles y enseñar tus manos, te presentes ante la cámara. Después de esta breve introducción, dará paso para tu prueba de interpretación. No debes olvidar que puede hacerte preguntas en cualquier momento, hacer que te sueltes o recojas el pelo si es necesario, pedirte que interpretes un monólogo o hagas algún tipo de improvisación.
Lo que el director de casting quiere ver con esta breve presentación es tu personalidad y cómo te desenvuelves ante la cámara. Con ello se hará una idea rápida y sacará sus conclusiones: Si muestras suficiente confianza, simpatía y entusiasmo, significa que estás preparado para hacer el trabajo. Después sólo quedará demostrarlo con la prueba interpretativa.
¿Qué debes decir en la presentación?
Sólo tienes unos segundos para dar lo mejor de ti. Te aconsejamos que, por orden, sigas la siguiente fórmula:
- Empieza con tus datos básicos: “Hola, soy (Nombre/Apellido) y vivo en Madrid”.
- Continúa contando brevemente tu experiencia profesional.
- Despídete con una sonrisa y alguna frase parecida a: “… y me encantaría trabajar en este proyecto. Muchas gracias”.
Debes tener en cuenta que el director ya tiene tu currículum, y por tanto no debes mencionar toda tu experiencia, sino sólo la más destacable o reciente. Por el mismo motivo, no incluyas nada de hobbies, gustos o historias personales, pues no son relevantes.
Aun así, si además de los 3 puntos que te he hemos propuesto anteriormente quieres incluir otros datos que consideras importantes, también puedes hacerlo. Quizá incluso el director te lo pida directamente. Estos son algunos ejemplos:
- Especificar tu edad después tu nombre
- Mencionar alguna habilidad especial
- Decir quién es tu representante
Digas lo que digas, no te olvides de ser lo más conciso posible: son sólo unas palabras.
La importancia de las palabras
Uno de los errores que comenten muchos principiantes es infravalorarse. El director ya ha visto tu currículum y en base a lo que tienes en él te ha convocado. ¿Por qué habrías de subestimarte? Evita expresiones como “nada, poco más, pequeñas cosas, nada más…”, u otras por el estilo que solo aportan negatividad y que se traducen en la mente del director que no vales lo suficiente.
Como puedes ver el simple hecho de elegir conscientemente tu vocabulario y omitir ciertas palabras puede convertir tu introducción de algo indeciso y pobre a algo positivo. Por ejemplo, en vez de decir “he hecho figuraciones”, di “he trabajado”. ¿Ves la diferencia?
No se trata de mentir ni exagerar (¡eso no debes hacerlo nunca!), sino de llevar la presentación hacia tu terreno y vender lo mejor de ti. Ten en cuenta que si afirmas tener alguna habilidad, por ejemplo canto, te pueden pedir que la muestres en el momento y debes estar preparado para ello.
Te recomendamos que en casa, antes de tus primeros castings, practiques tu presentación y te grabes. Es la mejor manera de encontrar tus fallos, tus puntos débiles y corregirlos, antes de que sea demasiado tarde. A medida que vayas asistiendo a pruebas con el tiempo, verás cómo esta introducción se vuelve mucho más natural y dejas de tener que ensayarla.
Actitud positiva y segura
Pase lo que pase en la sala, mantén siempre una actitud positiva. ¡Que se note que estás disfrutando del casting! Para que quede bien reflejado, sigue nuestros siguientes consejos:
- Mantén una pose firme y segura.
- Calma los nervios y no te muevas de lado a lado o juegues con las manos.
- Utiliza tu encantadora sonrisa.
- Mira directamente a cámara y fija los ojos en ella y en el director. Intenta que no vayan de un lado a otro de la sala sin parar o se claven en el vacío.
- Utiliza tu vocabulario y evita muletillas, vulgarismos y coloquialismos. Habla de manera sincera y cercana, pero con propiedad.
En resumen, cuando llegue el momento de tu presentación ante la cámara, muestra tu profesionalidad y entusiasmo, habla con propiedad y transmite con confianza. Si lo haces así, tengas mucha o poca experiencia, ya habrás causado una buena primera impresión al director de casting. Ahora llega el momento de representar tu texto y de contestar a preguntas que te puedan hacer. Siéntete cómodo, feliz, y da lo mejor de ti en el casting. ¡A por todas!
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