El aparato fonador es muy frágil y puede lesionarse o enfermar con facilidad. Por eso, las personas que utilizamos la voz de manera profesional como los actores, locutores, cantantes, etc., somos los más dados a padecer problemas en las cuerdas vocales.
No obstante, ¿estás seguro de utilizar las expresiones “estoy ronco” y “estoy afónico” correctamente?
Afonía
La palabra afonía viene del griego: a- “sin” y phonos “sonido”, por tanto es el término médico utilizado para la pérdida total de voz.
Puede que estés pensando sólo en causas orgánicas como origen de esta alteración, pero lo que posiblemente no sabías es que existe también la afonía psicogénica, que es aquella que aparece ante situaciones de mucha tensión, como el miedo escénico. Su origen es psicológico, por lo que debe ser tratada como tal, y se caracteriza porque las cuerdas vocales no logran unirse para hablar, pero en cambio sí lo pueden hacer para toser.
Sea como sea, una persona afónica no puede hablar, y por eso se considera un problema más grave que la disfonía.
Disfonía y ronquera
Disfonía y ronquera son lo mismo.
En este caso hablamos de cualquier trastorno de la voz cuando ésta se altera, siempre y cuando no llegue al nivel de pérdida total. Nuestra voz pierde calidad y generalmente es opaca y áspera: disminuye su volumen, cambia el tono, el timbre y tenemos dificultad para alcanzar los agudos.
La disfonía puede ser de varios tipos:
- Funcional: la que se forma por un sobreesfuerzo vocal
- Orgánica: causada por lesiones en los órganos de fonación
¿Qué factores pueden producirla?
Existen muchas causas que pueden originar este trastorno, las más comunes son las siguientes:
- Irritación por factores externos como ambientes secos, con humo, muy fríos o muy calientes
- Sobrecarga vocal
- Alergias
- Tabaco y alcohol
- Miedo, estrés o ansiedad
- Nódulos o pólipos
- Inflamaciones (laringitis, faringitis…)
- Reflujos gastroesofágicos
- Muchos otros factores
¿Me debo preocupar?
A menudo la ronquera desaparece por completo tras poco tiempo. El único problema es que la voz forma parte de nuestro oficio, por lo que deberemos intentar cuidarla al máximo para que vuelva a la normalidad lo antes posible. (Si quieres saber remedios para la pérdida total o parcial de tu voz lee nuestro post ¡S.O.S., he perdido la voz!).
Por el contrario, si llevas ronco varias semanas o no encuentras ninguna causa evidente que pueda haberte provocado la disfonía, acude al otorrinolaringólogo para que te evalúe.
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