(Esta foto describe 100% cómo se siente el actor cuando va de oyente, ¿no crees?) 😉
Ir de oyente es un tema que cada vez trae más quebraderos de cabeza, pues tradicionalmente ha sido la manera de empezar en la industria, y cada vez es más difícil disponer de este lujo.
Por eso, esta entrada es para ti si has estudiado doblaje, has practicado muchas horas y te encuentras preparado para dar el salto. Nuestra intención es hacerte entender cómo funciona el sistema y, si tienes la suerte de conseguir que te abran las puertas en algún estudio, explicarte lo que debes hacer para aprovechar la ocasión.
¿En qué consiste?
Tras una llamada al estudio para pedir permiso, acudes a la sala que te indiquen para observar y escuchar, normalmente durante toda la jornada, todo lo que ahí sucede. Es una manera de aprender de los profesionales, averiguar de primera mano su ritmo y método de trabajo y conocer a otros actores. Tras muchas horas de escucha, puede que alguien acceda a hacerte una prueba de un par de minutos, bien porque dé la casualidad de que están haciendo casting para alguna serie (cosa que pocas veces ocurre en doblaje porque entre ellos se conocen de sobra y se asignan los personajes directamente), o bien porque en algún descanso algún director de doblaje accede a escucharte, mitad por compasión, mitad por deshacerse de ti 😉
Es verdad que cada vez menos estudios dejan ir como oyente por muchas razones:
- Por contratos de confidencialidad
- Porque cada vez hay más oyentes y distraen a los profesionales
- Por falta de espacio en las salas de control
- Porque algunos de estos oyentes no están lo suficientemente preparados y hacen perder el tiempo retrasando el frenético ritmo de trabajo del estudio
Por eso, la tendencia de los grandes estudios es crear sus propios cursos de doblaje y sólo dejar pasar a sus alumnos una vez lleven un tiempo en ellos. Es su manera de tenerlo todo más controlado y a la vez, claro, sacar partido económico de la situación.
Los pequeños estudios, sin embargo, son más flexibles, y cada uno tiene su propio método de trabajo: algunos aceptan oyentes, otros no, y pocas veces te acogen de manera periódica. Como en todo, es cuestión de llamar y preguntar muy educadamente si te dejarían entrar.
Cómo comportarte en el estudio
Aunque cada vez más estudios se cierren a la posibilidad de dejarte asistir de oyente puede que algún día te surja la oportunidad, que naturalmente tendrás que buscar tú. En ese caso, sea un estudio pequeño o grande, sácale el mejor provecho posible siguiendo nuestros siguientes consejos:
- Sólo ve cuando estés totalmente preparado, no por “ver cómo funcionan estas cosas”. Piensa que podrán hacerte una prueba y tienes que poder defenderla. En el estudio quieren ver a un profesional y no a un aficionado. Puede que sea la única oportunidad que te dé el estudio y no la puedes desaprovechar: tienes que mostrar un trabajo de calidad, y además rápido y eficiente.
- Llama con anterioridad y no vayas sin que te esperen. Cuando llegues, preséntate muy educadamente y vuelve a preguntar, esta vez al director de casting, que si no le importa que estés de oyente, ya que llamaste y te dijeron que en principio no había ningún problema. Asimismo, pregunta al técnico de sonido si no le importa que te quedes y dónde te puedes sentar. Lo más seguro es que no te ponga ningún problema, pero nunca está de más asegurarse por educación, y porque al fin y al cabo, es con quien compartirás el 90% del tiempo.
- Una vez en el estudio, sé paciente. Posiblemente pases horas aguantando sesiones y sesiones de grabación. No entres y salgas sin parar y demuestra que estás muy interesado en aprender.
- Si no hay espacio para que los actores se sienten, cede el tuyo.
- Interrumpe lo menos posible su flujo de trabajo haciendo preguntas o sacando temas de conversación. Si tienes alguna duda, guárdatela para preguntarla en los descansos o en los momentos que veas que son adecuados.
- Es difícil encontrar el balance entre intentar no interrumpir y a la vez hacerte ver, pero debes tratar de encontrarlo. Preséntate a los actores cuando vayan llegando, aprovecha algún café para entablar alguna conversación interesante con ellos o alguna espera entre sesión y sesión para hablar con el técnico de sonido. Sea como sea, hazlo siempre mostrándote profesional y adaptándote al ambiente que tienen entre ellos, y nunca mostrándote desesperado.
- Cuando llegue el momento, pregunta educadamente cuándo sería posible hacerte una prueba, y si te dicen siempre que en otro momento, insiste cada cierto tiempo.
Paciencia… mucha paciencia
Es MUY difícil que accedan a abrirte las puertas del estudio; para conseguir ir de oyente un par de veces tienes que llamar 100. Al final solo lo consiguen los que insisten.
Algunos serán simpáticos contigo, si es que aún recuerdan que empezaron igual que tú, y a otros les parecerás un “moscón” que querrán quitarse de encima. Cuenta con ello y ve buscando tu hueco con mucha mano derecha según lo que diga tu intuición.
Hazte a la idea de que te digan que no. No te lo tomes de manera personal, pues no es solo contigo, sino lo que suele ocurrir por lo general.
Y por encima de todo, ten mucha paciencia. Piensa que aunque tu objetivo sea que te escuchen y te den alguna oportunidad, aprenderás muchas cosas que nunca viste en tus clases. Prepárate para pasar horas, vive y aprovecha la experiencia. El “no” ya lo tienes, así que ¡a por todas y mucha suerte!
Déjanos un comentario y cuéntanos que tal te ha ido.
Si te ha gustado la entrada, ¡no olvides suscribirte a nuestro blog para estar al corriente de muchos otros consejos prácticos!