Hay muchas razones por las que un director de casting te puede cortar a mitad de la prueba. Estas situaciones te pueden bloquear muchísimo, especialmente las primeras veces. Sin embargo, que lo haga no significa que no te esté considerando para el papel.
“Pero, entonces, si esto es verdad, ¿qué razones podría tener? Yo creía que es porque estaba haciendo algo mal…”
Hoy, con este artículo, queremos explicarte a fondo qué puede estar sucediendo para que vayas más tranquilo, ¡porque queremos que hagas el mejor casting y consigas el papel!
Los verdaderos motivos por los que te corta un director
Las razones más comunes son las siguientes:
- Para darte otras indicaciones:
Te preparaste la separata fenomenal, buscaste el subtexto que creías más conveniente para el personaje y ahora el director te corta a mitad echando toda tu interpretación por tierra para darle otra intención. Puede también que te encuentres en un momento de improvisación y el director quiera cambiar de rumbo. ¡Ni siquiera ha esperado a que acabaras!
Te preguntas: “¿Estaré haciendo algo mal?”
Todo lo contrario, de hecho son muy buenas noticias. Piensa que en un self-tape no tienes la suerte de que te corte para seguir afinando el papel, y que si te sigue dando pautas e indicaciones cuando estáis en un cara a cara es porque piensa que todavía le puedes ofrecer más registros. Quiere sacar lo mejor de ti para ese personaje, y cree que se lo puedes dar.
Lo importante en estos casos es que no empieces a preguntarte por qué te corta, porque solo hará que pierdas la concentración. Simplemente, continúa actuando como tú sabes, dando lo mejor de ti y disfruta de la prueba.
- Por falta de tiempo:
De repente… “Es suficiente, gracias”.
El famoso “gracias”.
No te dice nada más, ni siquiera sonríe, y tú te quedas descolocado.
Que te corte así no significa necesariamente que lo hayas hecho mal, sino que el director o la directora necesita ajustarse a unos tiempos marcados a lo largo del día. Las sesiones de casting normalmente se ciñen a un horario estricto y todavía quedan muchos intérpretes que ver.
Por tanto, no te ofendas cuando te corten. El papel todavía puede ser tuyo aunque creas que no te ha dado tiempo a dar todo lo que podías. Lo creas o no, ellos están acostumbrados a ver el nivel de cualquier artista casi desde el momento en el que abrimos la boca. Ya ha visto todo lo que tenía que ver, y ahora necesita ver al resto de aspirantes.
Lo que tienes que hacer en estos casos es: darle las gracias de vuelta con una sonrisa (a él/ella y al resto de personas que pueda haber en la sala de casting) y salir. Nada más. Ni quejarte, ni discutir, ni rogar más tiempo. Y cuando te hayas ido, intenta no darle muchas vueltas a la cabeza sobre por qué no pudiste acabar.
De todas maneras, para evitar en lo posible que te corten por falta de tiempo, hay varias cosas que sí puedes prevenir:
La primera es saber cómo son los castings, y tener muy claro que la presentación personal ante la cámara tiene que ser bastante breve, para dar paso pronto al resto de la prueba.
En segundo lugar, en caso de prepararte un monólogo, ten en cuenta que tendrás un tiempo definido para interpretarlo, normalmente de como mucho dos minutos. Como, además, no sabes si el director va a haber visto lo suficiente en 30 segundos y puede que te deje a medias, es muy importante que escojas muy bien el fragmento que vas a representar, que no dejará lo mejor para la parte final, sino que estará al principio. En caso necesario, lo acortarás lo suficiente y además te lo prepararás muy bien, midiendo con un reloj lo que tardas, para que cuando vayas al casting no lo interpretes con prisas sino con el ritmo que necesitas.
Elimina los pensamientos negativos
Aunque ya sabes los motivos por los que te cortarán la gran mayor parte de las veces, posiblemente tu mente se siga poniendo en lo peor, debido a que crees que has hecho algo mal o que no eres lo suficientemente bueno.
Sí, es verdad que también pueden cortarte por esa razón, no nos vamos a engañar. Pero seamos positivos y prácticos. Si tu mente te juega malas pasadas, acuérdate de lo siguiente:
– TU MENTE: “No soy lo suficientemente bueno para el papel”.
– CAMBIO DE CHIP: “¿Y qué? Es normal que con tantos aspirantes haya alguien mejor que yo. Si hoy me voy a casa con las manos vacías, al menos he ganado experiencia y la próxima vez lo haré mejor”.
Sé flexible
En el peor de los casos, el director de casting también te puede cortar porque tu actitud no es la adecuada y se quiere deshacer de ti lo antes posible. Pero seamos realistas; eso no es lo normal. Si te comportas de una manera profesional, hablas con respeto y no vas de “sobrado”, por mucho que tengas tus fallos durante la prueba, esta razón no debería ser tu problema.
Tu mentalidad será la de ser flexible para adaptarte lo más posible a lo que requiera el director, y parte de esta flexibilidad consiste en saber bien qué hacer cuando el director te corta a la mitad de tu representación.
Como decíamos antes, a veces recibes indicaciones que cambian completamente la dirección que habías tomado cuando te preparabas tu texto. Es la naturaleza del casting: al margen de que hagas bien el papel, se trata de que el director conozca qué puede obtener de ti como actor o actriz, cómo te adaptas, si sería fácil trabajar contigo, etc. Prepárate para aceptarlo todo, incluso si te corta a la mitad.
Y si el director tiene un mal día… parte de esa adaptabilidad de la que hablamos se basa también en saber que esto puede pasar. No te lo tomes como algo personal y céntrate en lo que que sí puedes controlar: tu interpretación.
Tendrás más pruebas (¡ojalá muchas!), y esta no será la última vez que el director te corte, así que no hay motivo para tomárselo tan en serio.
Si quieres saber cómo conseguir muchas más pruebas de casting a partir de ahora, apúntate en esta lista, y estos días te avisaremos con el curso que estamos preparando. ¡Estamos deseando enseñártelo todo!
¿Qué haces tú cuando te corta el director en medio de casting? ¿Tienes algún truco para no ponerte nervioso? ¿Nos lo cuentas en las redes?