Los actores estamos más que hartos de ver ofertas de trabajo no remunerado. La verdad es que en muchas ocasiones son un abuso y del todo injustas.
Sin embargo, por cualquier motivo, otras veces nos puede interesar colaborar en algún otro proyecto concreto. ¿Qué cosas deberíamos tener en cuenta antes y después de aceptarlo? ¿Cómo podríamos sacar el mayor beneficio de ello, aunque no sea económico?
Obras audiovisuales: Problemas al entregar el material
Normalmente, tras haber colaborado en una obra audiovisual, al actor se le ofrece la entrega del material editado y la presencia en los créditos. En un principio, la idea de recibir esto puede parecer muy buena, sobre todo al empezar nuestras carreras, pues los actores necesitamos adquirir experiencia y obtener material para crear nuestros primeros videobooks, con la intención de poder empezar a movernos para conseguir trabajo (profesional y remunerado, por supuesto).
Lo primero de todo, no te olvides de reclamar el material físico, en vez de un link. Lo más probable es que quieras utilizar esos vídeos para incluirlos en tu videobook, y un enlace a Vimeo con contraseña no te servirá de nada, pues no lo podrás descargar.
También conviene que tengas en cuenta que muchas veces se rompe el acuerdo pactado con el actor. Una vez éste ha prestado sus servicios, no le entregan el material por muchas razones:
- Por motivos técnicos nunca se ha llegado a finalizar el proyecto.
- El resultado no ha sido el esperado y no quieren perder más tiempo en finalizarlo.
- Se ha cruzado otro proyecto por medio y éste se ha dejado aparcado por el momento.
- Por despiste o falta de organización se alarga meses y meses la entrega de ese material.
Es justo decir que el hecho de que no te entreguen el material que te prometieron no quiere decir que lo hagan a mala idea. A veces, con insistir un poco, te lo dan sin problema.
Para exigir este material -aunque sean sólo los brutos, si la razón han sido los problemas técnicos-, es importante que te hayas asegurado de antemano de tener suficientes datos de las personas con las que colaboraste: teléfonos de varios de ellos, emails, lugares físicos donde encontrarles, etc., por si se diera el caso de que con el tiempo el único email o teléfono que tenías ha dejado de funcionar, o no responden. Ten en cuenta que si has trabajado con tus amigos siempre podrás volver a contactar con ellos, pero si te has metido en un proyecto independiente con desconocidos entonces es más probable que te dejen colgado.
Otro caso frecuente es que sí que te lo entreguen, pero te prohíban publicarlo. Si esta prohibición es temporal, por ejemplo, porque necesiten que sea inédito para presentarlo a un festival, es comprensible que esperes el plazo que te marquen. Por el contrario, si no te dejan publicarlo nunca y no lo vas a poder mostrar… ¿Hubieras participado de haberlo sabido?
¿Qué otros tipos de remuneración puedes percibir?
Con contrato o no, puedes negociar siempre algo más que el montaje editado y tu nombre en los créditos. Veamos algunos ejemplos de lo que podrías reclamar para que saques el mayor provecho a tu colaboración:
- Dietas (o catering disponible durante las horas de tu colaboración).
- Transporte y alojamiento en caso de necesitarlo, con gastos a cargo de producción.
- Entrega de los materiales brutos: todas las escenas que se grabaron, incluso las que se dieron por malas, por si te pueden resultar de interés ciertos planos que no se incluyeron en el montaje final, quieres utilizar las tomas falsas o prefieres hacer tu propia versión de la obra, de manera que te favorezca a ti especialmente, para incluirla en tu videobook.
- Making of: todas las fotos y videos de detrás de las cámaras que se tomaron en el momento de tu colaboración.
- Promoción como actor cuando se lance la obra: esto puede incluir cualquier acción promocional con la intención de darte visibilidad por haber participado en el proyecto. Pero ten cuidado: “promoción” es una palabra muy ambigua, así que te aconsejamos que intentes especificar de antemano un poco más el tipo y cantidad de contenido. Por ejemplo una entrevista en “ese blog”; un número “x” de menciones en las redes sociales del proyecto o de sus responsables, con links a tu página web o tus redes sociales profesionales, que además contengan “tal” mensaje, etc.
- Remuneraciones económicas a posteriori, en caso de que la obra en la que has participado ganara algún premio. En este caso es necesario que el porcentaje de los beneficios acordado de antemano quede por escrito para evitar problemas y malentendidos.
Audiovisual o teatral: siempre es mejor por escrito
Si participas en una obra audiovisual o teatral porque necesitas recibir aquello que te prometieron, sería conveniente que firmaseis un contrato de intercambio de servicios profesionales. Y es que, como has leído antes, los términos en los que se basa vuestra colaboración pueden ser de lo más variados y, por la seguridad de ambas partes, es mejor que se fijen por escrito. No es una práctica habitual, pero debería de generalizarse para beneficio de todos.
Este contrato recoge los derechos y obligaciones de las partes que participan en el proyecto. Si alguna parte no cumple con lo que se acordó, no solo echará por tierra el trabajo de sus compañeros, sino que le creará mala reputación en el futuro, pues la otra parte podrá defender sus intereses y reclamar lo que es suyo. Un acuerdo verbal es muy difícil de probar, pero un contrato por escrito sí: es lo primero que va a pedir un juez en caso de conflicto y además consigue que las personas se comprometan más.
Como cada proyecto es un mundo, el contrato que lo regule ha de redactarse completamente a medida de sus necesidades. Pregúntanos en Premiere Actors y prevén problemas futuros, pues nuestros abogados te lo personalizan por completo y a un precio muy asequible.
Evita el abuso
Muchos de nosotros hemos hecho cortometrajes con amigos a modo de hobby o con compañeros de clase para practicar, sin pedir dinero a cambio. A veces hacemos favores a familiares o conocidos ante una situación determinada. Se trata de colaboraciones, no de trabajo.
Sin embargo, a menudo vemos ofertas por internet que son trabajos encubiertos, claramente abusivos y que nunca deberías aceptar –es más, lo deberías denunciar-, pues no sólo te perjudica a ti de forma activa, sino al resto de actores que intentan vivir dignamente de aquello en lo que se han formado. Por favor, no contribuyas a la desprofesionalización de la industria audiovisual/teatral.
No olvides que en Premiere Actors defendemos tus derechos. Si tienes cualquier duda y quieres concertar una sesión de asesoría con nuestros abogados, plantéanosla y nos pondremos rápidamente en contacto contigo.
¿Alguna vez has conseguido alguna otra compensación que no hayamos incluido en la lista? ¿Qué opinas tú del trabajo no remunerado?