Ser capaz de leer a primera vista cualquier texto sin dificultad y levantando la mirada es una habilidad esencial que como actor deberías dominar. Y lo más importante, es algo que te distingue como actor profesional ya que es muy difícil que un novato destaque en ella.
¿EN QUÉ MOMENTOS PUEDE RESULTARTE FUNDAMENTAL?
-En un casting en el que el texto se te da en el momento, para que el director se centre en lo realmente importante: tu interpretación en vez de tu lectura. Si no tienes los ojos fijos en el papel el 100% del tiempo, podrás actuar más espontáneamente, y darás una mejor impresión.
-Al dar réplicas, para ayudar a tu compañero a entrar en el estado emocional que necesita.
-En ejercicios de improvisación, en los que tengas que leer por cualquier motivo una pauta o un documento escrito (por ejemplo, un periódico o una carta).
-Para los actores de doblaje es algo fundamental. Por ejemplo, para doblar un documental el actor nunca llega con el guión estudiado. Lo lee en el estudio por primera vez mientras graba, normalmente del tirón. Además tiene en cuenta la imagen (subiendo y bajando la vista al papel) en incluso calcula al mismo tiempo los segundos de que dispone para soltar el párrafo.
¿HAY ALGUNA RECETA MÁGICA PARA NO «ATRANCARSE»?
Sentimos defraudarte, pero el único modo de salir airoso es PRACTICANDO. Puedes practicar en casa cogiendo cualquier novela, la guía de tv, una web o el periódico y leyéndolo en voz alta. Intenta que sean diferentes, desde informativos a novelescos, descriptivos o diálogos.
Una vez manejes esto con práctica, empieza a quitar la vista, al estilo de lo que hacen los políticos. Esto es lo que un buen actor de doblaje está más que harto de hacer, pues tiene que estar a la vez leyendo el guión y sincronizando con la imagen de referencia.
Cuando cojas bastante práctica, ponte las cosas un poco más difíciles: aprende a leer frases completas con un golpe de vista en vez de palabra por palabra. De esta manera mientras estás actuando una frase, estás ya escaneando la siguiente. ¡No es fácil!
Un buen modo de practicar es poniéndote delante del espejo durante 15 minutos ininterrumpidos. Practica tu memoria fotográfica hasta que llegues a leer un 80 ó 90% con los ojos fuera del papel.
LA PREPARACIÓN TAMBIÉN AYUDA
Aun así, si no dominas estas técnicas todavía, hay varias cosas que podrás tener en cuenta para una mejor lectura a primera vista si te pilla el toro:
Calentar la voz y los músculos de la boca. No estamos diciendo que la calientes ahí mismo si te ves en apuros, sino que la traigas ya trabajada al casting, a la sesión de grabación, lo que sea. Es una muy buena costumbre para mejorar la articulación y que no se te atranque la lengua.
Segundos antes de empezar, coge un par de bocanadas de aire lentamente para bajar un poco el ritmo del corazón y para que te sientas más cómodo.
Haz un rápido análisis de lo que se busca en el texto, para prepararte a dar el tono idóneo a la escena basándote en el contexto.
CÓMO ENFRENTARTE A UNA LECTURA A PRIMERA VISTA
La concentración es la base de este tipo de lectura. Lee entendiendo el contenido, haciendo caso a la puntuación, la entonación, el ritmo, las pausas y la vocalización.
Una vez empieces, el primer “truco” y más importante es, siempre que sea posible, rebajar la velocidad. Todos tendemos a leer más rápido cuando nos ponemos nerviosos, quizá por querer acabar cuanto antes, quizá porque por dentro estamos acelerados. Sea lo que sea lo único que conseguimos es ir leyendo varias palabras por delante de la que estamos diciendo e ir atropellados constantemente, y que nuestra dicción se resienta. A nada que bajes el ritmo y te concentres en lo que estás leyendo con tu velocidad adecuada, verás cómo cambias completamente.
No importa si no lo haces 100% perfecto. La otra parte muy probablemente cuenta con ello, así que una vez hayas acabado, te haya salido mejor o peor, piensa que lo hiciste lo mejor posible. Simplemente ofrece tu mejor sonrisa, y da las gracias por todo.
Y ¿QUÉ HAGO CON LAS PALABRAS DIFÍCILES?
Para evitar tartamudear tienes dos opciones:
En el momento del escáner rápido, ten en cuenta que la mayoría de palabras “raras” suelen ser nombres propios que empiezan por mayúscula y se distinguen fácilmente. De todas maneras no pasa nada si no te das cuenta y llegas a ese punto y lo dices a tu manera. En ese caso no te pares a comprobar en el momento. Continúa hasta que te paren o compruébalo al final del texto por si hay que repetirlo.
En el peor de los casos, cuando llegues a la palabra en cuestión, frena, haz una pequeña pausa lee la palabra con toda la lentitud que necesites para no equivocarte, sílaba por sílaba. Por ejemplo: DE-LI-CUES-CEN-CIA.
De todas maneras es normal que hasta los actores con más práctica fallen en este tipo de palabras. No le des demasiada importancia, sé profesional y sigue con tu trabajo.
Y tú, ¿crees que podrías afrontar en este momento cualquier lectura a primera vista?
¡Déjanos un comentario y cuéntanos tu experiencia!