Nos obsesionamos con conocer a fondo el trabajo de los representantes o las agencias, el de los directores de casting… ¡Parece que son los únicos de los que depende que trabajemos o no!
No obstante, existen otros muchos profesionales que también deberíamos tener en cuenta. Hoy queremos hablarte de los productores, que también son muy importantes, porque nuestra carrera artística viene muy condicionada a ellos en muchos aspectos, y es algo que se nos olvida constantemente. Así que más nos vale conocer su figura un poco más detenidamente.
¿Quién depende de los productores?
Lo primero que has de saber es que los productores son los que ponen -o consiguen- el dinero y los medios para que una producción, teatral o audiovisual, salga adelante. Por tanto, son los que tienen la última decisión en los aspectos más relevantes de la misma.
Esto quiere decir que son los que eligen al director del proyecto, al director de casting y demás jefes de las distintas especialidades que participarán en él.
Y aunque, después, el director de casting sea el encargado de seleccionar a los actores que más se adapten a los perfiles que están buscando, los productores, al fin y al cabo, serán quienes tengan la última palabra.
Por este y otros muchos motivos está muy bien llevarse bien con ellos. ¡Quizá en el futuro te llamen directamente para una prueba si te conocen bien y crees que puedes encajar! Pero no solo por eso, sino porque, a través de vuestra relación de confianza, también podrás conocer qué otras producciones se están “cociendo” en cada momento, si el mercado artístico atraviesa un momento mejor o peor, las tendencias de nuestro sector… Y esa información es realmente valiosa.
Los productores valoran tu forma de trabajar
La segunda idea que queremos que conozcas con respecto a los productores, es que a ellos no solo les interesa que seas perfecto para el papel, sino que seas una persona con la que sea fácil trabajar. Es decir, también valorarán tu implicación y profesionalidad.
El despliegue técnico y desembolso económico de una producción es a menudo muy grande y hay muchas piezas en el puzle que tienen que encajar para que el producto funcione: todo debe estar pensado al milímetro para no salirse del presupuesto, de los tiempos… Por tanto, lo último que quieren es tener que retrasar la producción porque generes problemas, un mal ambiente de trabajo o porque no seas capaz de seguir lo que te indica el director.
En ocasiones (créenos, más de las que te imaginas), los productores se ven obligados a tener que decidir si despiden al actor y empiezan de nuevo ese proyecto casi desde cero, con la consiguiente pérdida de recursos disponibles, o incluso si les compensa echarlo todo a perder, plantarse y parar cuanto antes la producción definitivamente para no seguir perdiendo más dinero.
Obviamente, no deseas que se llegue a este punto, pero, aún a menor escala, tampoco quieres que se te recuerde por ser perezoso, maleducado o poco implicado, porque, ten por seguro, no volverán a querer trabajar contigo, o también les pueden aconsejar a otros colegas que no lo hagan.
En definitiva, quieren trabajar con una persona que se tome las cosas en serio, que se involucre tanto en el proceso como en el resultado de la producción y que no que se limite a “lo justito”, sino que haga lo posible por sacarla delante de la mejor manera que esté en sus manos.
Al fin y al cabo, lo que buscan es que la obra, teatral o audiovisual, salga adelante y les sea rentable, así que cuanto más pongas de tu parte, mas les gustará.
Derechos y obligaciones
A estas alturas, ya sabes que en Premiere Actors nos gusta hablarte siempre de las dos caras de la moneda.
Hasta ahora te hemos hablado de las responsabilidades y obligaciones que tienes de cara a trabajar con estos profesionales, pero has de saber que tú también tienes tus derechos, y estos hay que hacerlos respetar. Al fin y al cabo, sois dos profesionales, y a ambos os interesa que vuestra relación, tanto laboral como personal, sea sana y prospere.
Por tanto, ten en cuenta lo siguiente:
- Las horas de trabajo, las vacaciones, el salario…: todas tus condiciones de trabajo han de quedar claras desde el principio, por escrito (a través de un contrato), y se deben respetar.
- Ese contrato debes poderlo firmar sin presiones y con el tiempo suficiente para leerlo y entenderlo bien, por si no estuvieras de acuerdo con algo. Nada de firmar el primer día de trabajo, pues te verás en una encerrona, no tendrás margen de preguntar o rectificar nada y al final acabarás aceptando lo que sea, sea conveniente o no para ti.
- En caso de no estar seguro con de las condiciones de tu contrato de trabajo, haz que lo revise un abogado especializado. Si lo necesitas, ¡nuestros abogados en Premiere Actors estarán encantados de ayudarte!
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