¿Te ha pasado alguna vez que cuando conoces a una persona nueva, y le dices que eres o quieres ser actor, notas cierto prejuicio en su mirada?
Mucha gente tiene una opinión preconcebida algo negativa hacia la vida y trabajo de los actores, y es algo con lo que tenemos que contar, pero que debemos tratar de cambiar.
Todavía nos queda mucho camino por recorrer para concienciar a estas personas de que la profesión de actor es tan válida y necesaria como cualquier otra y, por tanto, debemos reivindicar el respeto y apoyo que se merece.
Desde este post queremos poner nuestro granito de arena, así que vamos a desmontar los falsos mitos que tiene la gente sobre ser actor o actriz:
“Los actores son vagos”
Muchos piensan que el trabajo de actor no es demasiado duro. Al fin y al cabo, visto desde fuera, actuar parece fácil y divertido. Así que sacan la conclusión de que los artistas llevan una vida tranquila, relajada, y que se enfrentan con pereza a los nuevos retos.
Nada más lejos de la realidad. Para empezar, actuar es apasionantemente complicado, requiere formación continua, técnica, habilidades y “tener el día bueno”. Pero también es complicado buscarse la vida día a día en el sector, sobre todo si no sabes cómo hacerlo (¡Esperemos que no estés en esta situación! Si es así, dinos. 😊)
Ojalá estés rodando una serie que te dé trabajo de lunes a viernes durante mucho tiempo. Pero si, en tu caso, no tienes algún proyecto más o menos estable, seguramente pelees día a día desde tu casa por sembrar y encontrar oportunidades, que no es lo mismo que pasarse el día durmiendo. Una pena que la gente no valore eso, ya que buscarse la vida supone un esfuerzo que es de admirar.
“Los actores son mentirosos”
Los actores somos capaces de dar vida a personajes, pero eso forma parte de nuestro trabajo y no de nuestra vida personal.
La búsqueda de un personaje consiste en entender el mundo desde sus ojos, es decir, en la búsqueda de su propia verdad. Por ese motivo, interpretar un personaje requiere mucha preparación previa, estudio y ensayos.
En nuestro día a día no hay personaje que trabajar ni tenemos el tiempo para ello. Por lo tanto, mentimos tanto o tan poco como cualquier otra persona.
“Los actores son egocéntricos”
Una persona egocéntrica es aquella que se auto-encanta, desea ser siempre el centro de atención y se cree superior a los demás. No tiene nada que ver con tener confianza en uno mismo, que es un requisito imprescindible para ser un buen actor.
Precisamente, tanto los espectadores como los directores admiran a los actores seguros de sí mismos, pero no pueden soportar un actor con alto ego. Afortunadamente hay muchísimos más actores humildes y que confían en sus capacidades artísticas, que aquellos que son arrogantes y tienen delirios de grandeza. Es más, los actores egocéntricos suelen ser en el fondo personas muy inseguras, y esa confianza fingida tarde o temprano les pasa factura.
“Los actores son viciosos”
Hace años, la sociedad relacionaba a los artistas con ciertas prácticas turbias y deshonestas, y con un estilo de vida lleno de vicios y adicciones. Por suerte, en la actualidad, cada vez menos gente piensa así.
Y es que los actores hacen tanto o tan poco como el resto de personas de otras profesiones. Poco a poco la gente va entendiendo que cada cual hace o deja de hacer con su cuerpo y su mente lo que considere oportuno, siempre que respete a los demás. Y que esto es así para un actor, igual que para un ingeniero, político o médico.
Vivimos en el siglo XXI, la sociedad poco a poco va abriendo la mente, está mejor informada y entiende que hay ciertos clichés en el sector artístico que no son ciertos o que, si lo son, no sólo ocurren en nuestra profesión.
Pero todavía a los actores nos queda mucho trabajo por hacer y barreras que derribar, y depende de cada uno de nosotros romper los paradigmas de nuestros círculos. No somos conscientes del increíble poder de construir que tenemos si cada uno se asegura de mostrar a su entorno la cara más trabajadora, humilde e interesante de ser actor.
Ojalá algún día nuestra profesión sea reconocida, valorada y se asocie rápidamente con todo tipo de adjetivos positivos.
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