Mientras que a algunos espectadores un buen grito les parece solo una pequeña parte de la película o el cortometraje de terror, a otros les parece que sin él no tiene sentido. Lo que está claro es que si consigues un papel para cualquier producción de terror deberás ser capaz de gritar de manera realista y convencer al público.
Somos conscientes de que cada actor ofrece su propia versión. Por eso, nuestra intención con este artículo es simplemente ofrecerte una serie de ideas o pautas para que seas conscientes de los elementos que componen un grito, y así elabores tu mejor interpretación.
¡Lee con atención!
¿De qué tipo de grito estamos hablando?
Antes de ponerte a gritar como loco, analiza detenidamente el guion y piensa:
- ¿Cuál es la verdadera razón por la que mi personaje necesita gritar?
- ¿Qué emociones está sintiendo en ese momento, además del miedo?
Nos hacemos estas dos preguntas porque, aunque en todo caso se trate de un grito terrorífico, este grito puede ser interpretado de muchas maneras diferentes:
- “Me están torturando (y siento un dolor que no puedo soportar)”;
- “Me acabo de dar de bruces con el asesino que me matará (estoy aterrorizada)”;
- “Tengo una fobia terrible a los ratones y, aunque en el fondo sé que no me va a hacer nada, hay uno a dos metros de mí (me pasan muchos sentimientos por la cabeza: frustración, repulsión, espanto…)”;
- “Vaya susto que me has dado, no esperaba encontrarme a nadie aquí (me has sobresaltado)”;
- “No puedo creer lo que estoy viendo (siento mucho temor, me estoy alarmando)”;
- “Me están intentando asfixiar y no me llega la respiración (he entrado en pánico y quiero pedir auxilio con todas mis fuerzas pero me siento impotente, sin las fuerza necesaria, aun así, debo insistir porque mi vida depende de ello)”.
El grito (la voz):
Cada actor tiene un volumen, un tono, una dinámica y otras características que le diferencian del resto de actores al gritar, y tú no eres ninguna excepción. Tienes tu propia manera de expresarte a través de la voz pero, no está de más que, aun así, que cuando trabajes un personaje que tenga que experimentar el horror, te prepares bien y te documentes viendo películas de terror. Presta atención a los distintos tipos de gritos, analízalos y extrae de ellos tus concusiones.
No podemos dejar esta sección sin recomendarte que calientes la voz, ya que probablemente tendrás que hacer muchas tomas y gritar es algo que daña muchísimo las cuerdas vocales. Hidrátate bien y concéntrate de que salga cada vez de la manera correcta, desde el diafragma, para no forzar tu garganta.
Asimismo, cuando ensayes, asegúrate de no hacerlo siempre con voz, sino solo con el gesto, para no someterla a mucho estrés y que se encuentre como nueva en el momento que necesites utilizarla.
Si quieres, nunca está de más si quieres “recordar” al técnico de sonido que vas a gritar, para que esté prevenido, ya que lo más probable es que en el ensayo mecánico no grites igual que lo harás cuando te llegue el momento y esto haga que el técnico no tome el nivel correctamente, distorsione la grabación y lo tengáis que repetir.
La cara:
Tu grito no será efectivo si sólo utilizas la voz. Por mucho que sea enérgico, si es inexpresivo quedará falso y aburrido: en definitiva, no parecerá real.
Por eso, deberás de asegurarte de concentrar las emociones de las que hablábamos antes en tu rostro: los ojos, la frente, la boca. Los ojos, como habrás oído mil veces, son el espejo del alma y es uno de los elementos al que los actores debemos dar siempre especial importancia. La boca y la frente, en este caso, cobran también mucho protagonismo.
Ten cuidado con los ensayos porque, tras un tiempo, puedes acabar cansado de forzar tu rostro y acabes perdiendo la expresividad en el momento de la grabación.
La expresión corporal:
La posición de tu cuerpo añade una carga dramática extra a la hora de hacer un grito convincente.
Cuando gritas, no es sólo tu voz la que reacciona al estímulo, sino tu cuerpo entero: Los brazos se te levantan en un intento de protegerte a ti mismo, tus piernas se juntan porque inconscientemente buscas el equilibrio y te vuelves alerta, tu cuerpo toma postura más erguida e incluso te tiemblan las manos.
Por tanto busca, como dijimos antes, esas emociones en el guion que están detrás del grito, déjate llevar por el momento al interpretar y tu cuerpo entero las acompañará de manera inconsciente.
¿Eres figurante y tienes que gritar en silencio?
Seguro que has visto películas de terror en las que los habitantes de una ciudad corren para protegerse de los atacantes alienígenas o, a menor escala, series nacionales en las que se inicia una batalla entre dos personas y los pobres campesinos que estaban comprando en el mercado en ese momento se asustan y tienen que apartarse para que su vida no corra peligro.
Aunque hayas visto en sus caras que los figurantes gritan (e incluso oigas esos gritos en ese momento), si los protagonistas tienen diálogo en ese momento, la figuración debe “gritar en silencio”. Luego ya se añadirán unos ambientes, que se podrán grabar unos minutos después, por separado, en el mismo set o se cogerán de una librería de archivos de audio.
Si quieres practicar el grito silencioso, lo mejor es hacerlo delante de un espejo -o grabándote- con un grito real primero. Observa tus ojos, tu frente y cómo se abre la boca: no solo la expresión que toman, sino el proceso, esos pequeños cambios que se van produciendo. Una vez observado y analizado, practica en silencio.
Para los más frikis: ¿Qué es el grito de Wilhelm?
Queremos terminar el post de hoy con un guiño un poco “friki”: el grito de Wilhelm, que es posiblemente el cliché de sonido más popular de la historia cinematográfica. Desde películas de Disney o Star Wars a westerns antiguos, cientos de películas lo llevan. ¡Enjoy!