Desde que somos pequeños, nos enseñan que “lo bueno” es tener un trabajo estable y para toda la vida, y que el hecho de que nos guste más o menos no tiene tanta importancia.
Por ejemplo, ser funcionario o estar indefinido en una empresa (aunque no te haga feliz tu trabajo) está mucho mejor visto en nuestra sociedad que ser actor, puesto que esta última salida laboral es más inestable.
Ten en cuenta que cuando terminas un rodaje o una obra de teatro, no sabes con certeza cuándo será la siguiente vez que te surgirá otro proyecto.
Si tu vocación es ser actor, y estás dispuesto a hacer todo lo que esté en tu mano por vivir de ello, debes comprender que no es un trabajo fijo, sino que deberás estar permanentemente buscando nuevos proyectos a lo largo de tu carrera profesional. Sin embargo, se trata de un trabajo te hará sentir increíblemente vivo.
Deberían enseñarnos, cuando somos niños, que la clave consiste en que nos dediquemos a aquello que nos apasiona, porque es la única manera de convertirnos en buenos profesionales y superarnos día a día.
En definitiva, has elegido un camino que no es el cómodo, pero no por ello es imposible. Simplemente vas a tener que moverte, darte a conocer y tomar decisiones. La manera en que te enfrentes a esta situación, condicionará sin duda los resultados que obtengas. ¿Cuál de las dos siguientes circunstancias es la tuya?
1. No adaptarte a la incertidumbre laboral
Muchos actores, cuando se encuentran a la espera de que surja un nuevo proyecto teatral o audiovisual, se angustian y piensan que no valen para esto. Al final acaban abandonando la profesión sintiéndose fracasados, cuando en realidad debían haberse mantenido activos en estos momentos de paréntesis entre un proyecto y otro.
Y es que siempre hay cosas por hacer: perfeccionar el material de autopromoción, dedicar muchas horas a tu visibilidad online, formarte…
Esta situación no es exclusiva de los actores, sino que le ocurre a todos los autónomos o personas que trabajen por su cuenta. No todos los días se trabaja y se cobra por horas; hay muchas otras jornadas en las que hay que sembrar oportunidades y trabajar tu marca personal.
Si no te adaptas a esta incertidumbre, ni trabajas por reducirla en la medida de lo posible, acabarás muy quemado. ¡Eso no lo puedes consentir! Lo mejor será que aceptes cuanto antes la situación y te pongas manos a la obra.
2. Aceptar la incertidumbre laboral
Sabemos que la incertidumbre va a estar ahí, ya que no podemos cambiar la situación ni el funcionamiento del sector. Así que te recomendamos que asumas como algo positivo este reto que tienes por delante y mantengas una mentalidad optimista.
Por tanto, si quieres plantarle cara a la incertidumbre laboral y enfrentarte a ella con todas tus armas, conviene que reflexiones sobre las siguientes frases:
- “Voy a hacerme un hueco sí o sí”;
- “Hasta que llegue mi próximo proyecto, aprovecharé para moverme y darme a conocer”;
- “Esta profesión es un desafío para mí”;
- “Voy a dar mi 100% todos los días”;
- “Siempre hay algo más por hacer”.
No busques tener el futuro bajo control, y no escuches las voces que te piden que desistas. Céntrate mejor en aprovechar todas las oportunidades que te trae el presente, porque es la única forma de encaminar tus pasos y llegar a donde te propongas. Si consigues explotar al máximo tu “aquí y ahora”, el futuro no debería preocuparte.
Tu momento es éste, actúa.
Si necesitas un impulso que te ayude a mantenerte activo, recuerda que en Premiere Actors estamos especializados en ayudarte a encaminar tu carrera artística para que no dejes de avanzar. ¡Contacta con nosotros!