Cualquier montaje teatral, grande o pequeño, tiene la posibilidad de ser patrocinado. Todo depende de lo creativo que seas, de tus dotes negociadoras y del tiempo que quieras dedicar a conseguir que las marcas apoyen tu proyecto.
Se trata de una relación comercial entre una empresa privada o una marca comercial (ellos) y, en este caso, una compañía o un montaje teatral (tú), de manera que los dos salgáis ganando.
A diferencia de otros países, en España no valoramos tanto la opción del patrocinio para nuestra obra y, en realidad, este recurso complementa perfectamente a las posibles vías de financiación pública que puedas conseguir.
De modo que si no te lo habías planteado nunca o estás dando tus primeros pasos para conseguir más respaldo para tu obra, atento, porque este artículo te puede resultar muy interesante.
¿Qué beneficios puedes obtener de ellos?
Los patrocinios pueden ser de varios tipos:
- En especie: te proporcionan material de atrezzo, vestuario, infraestructuras, impresión de cartelería, de programas de mano…
- En metálico: te aportan dinero para sufragar parte de gastos del montaje o la exhibición de tu obra.
¿Qué les puedes ofrecer tú a ellos a cambio?
De cara a conseguir ser patrocinado y aprovechar las ventajas que acabamos de comentar, has de tener muy claro qué les puedes ofrecer tú a ellos.
Como es lógico, lo que ellos desean es la visibilidad de su marca a través de su logo o su mensaje. Es decir:
Ellos aparecerán en tu publicidad y/o de forma física en el teatro, por ejemplo, en un photocall en la entrada del teatro, en expositores, el merchandising que vendáis o a través del llamado product placement (mostrar su producto o su marca en escena).
Sobre esta última opción, el emplazamiento del producto puede ser pasivo (parte del decorado), activo (el personaje lleva o utiliza el producto) o verbal (lo menciona) pero, ¡atención!, has de saber que esto está prohibido en la programación infantil.
Aun así, eso no es todo. Si quieres conseguir un mayor patrocinio para poder cubrir más gastos de la obra, tendrás que tirar de imaginación. Esto es lo que les puedes ofrecer:
- Entradas o descuentos para sus empleados.
- Invitaciones para el estreno.
- Experiencias VIP, como la posibilidad de conocer al elenco de la obra.
En caso de que les ofrecieras un retorno económico, no estaríamos hablando de patrocinadores (o sponsors, en inglés), sino de inversores, aunque en muchas ocasiones estos términos pueden llegar a solaparse.
¿Cómo conseguir los patrocinadores?
Cuando empieces a dar tus primeros pasos, no hace falta que te vayas muy lejos. Puedes empezar primero por conocidos o pequeñas marcas. De todas maneras, nuestra recomendación es: Dream Big! Es decir, no te estanques e intenta ir también a por otras grandes marcas, porque no son ni más fáciles ni más difíciles de conseguir.
Estos son algunos factores que te podrían ayudar a la hora de obtener sponsors, pero que, por otro lado, tampoco son imprescindibles:
- Que hayas aparecido en prensa.
- Que hayas conseguido otras fuentes de financiación privadas o públicas en el pasado.
Lo que sí es imprescindible es que los valores de su marca no choquen con los tuyos.
Cuando empieces a buscar “desconocidos”, primero tendrás que analizar a fondo la empresa. No olvides también enterarte de quién está a cargo de los patrocinios o quién podría estarlo, porque es la persona con la que tendrás que ponerte en contacto.
Una vez tengas claro quiénes son esos candidatos, debes entregarles un dossier teatral que contenga toda la información relevante sobre tu obra (desglose técnico, datos, fechas…) acompañada de unas buenas fotos que transmitan la esencia de tu proyecto teatral, todo perfectamente pensado y organizado. De cómo les seduzcamos a través de este dossier, y de cómo contactemos con ellos, dependerá si te patrocinan o no, así que hay que tomarse el tiempo necesario para hacerlo bien.
(En caso de que no tengas muy claro cómo crearlo, puedes descargarte gratis nuestro ebook “Elabora tu dossier teatral”).
Si lo deseas, puedes incluir en tu propuesta diferentes categorías: sponsor, colaborador, agradecimiento especial… Dejando claro, como siempre, qué incluiría esta alianza, tanto por su lado como por el tuyo.
Debes recordar que esto es un negocio, y ellos tienen que ganar con ello, al igual que tú. Por eso, es muy importante que todo este proceso lo hagas con mentalidad profesional, de negocios. Es decir, nada de “colegueo” ni de persona desesperada.
También debes ser flexible y estar abierto a negociar porque, al fin y al cabo, se trata de un win-win, tenga la forma que tenga. ¡Lo mismo te hacen una contraoferta mucho mejor a cambio de algo que no se te hubiera ocurrido! Y si ves que te presionan demasiado y la esencia de la obra empieza a tambalearse, déjales claro lo que aceptas y lo que no. Recuerda: los dos tenéis que salir ganando.
¿Y una vez reciben tus propuestas?
No pienses que van a decidirse de un día para otro. Necesitan tiempo para valorar tu propuesta, hacer números o comentarlo con otras personas.
En este sentido, tienes que organizarte bien y hacerles seguimiento, porque muchas veces te contestan cuando ya lo tienes todo montado y entonces tienes que añadir su logo a toda la cartelería y las creatividades que ya tenías cerradas.
Si se deciden por patrocinarte, tampoco te olvides de ellos. En todo momento han de estar informados: cómo está funcionando la obra, críticas, premios o previsiones.
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