“Estar encasillado”, esa expresión tan horrible, el terror de muchos actores de no encontrar papeles que les dejen explorar nuevas posibilidades… Un tema que da para mucho y del que queremos hablarte estas semanas.
Aunque a veces pueda convertirse en un gran problema para el intérprete, no siempre es tan negativo y, de hecho, nos podemos beneficiar de esta situación. Veamos cómo:
Todos estamos encasillados desde que nacemos
Encasillar a una persona no es más que clasificarla.
Que se nos encasille en base a nuestras particularidades no es algo malo en absoluto. De hecho, todos hemos sido encasillados a lo largo de nuestra vida desde que éramos niños y no por ello tenemos un trauma:
- Respecto a nuestras habilidades: responsable, sábelo-todo, artista, habilidoso…
- Respecto a nuestra personalidad: alegre, travieso, mandón, cariñoso, sensible…
Algunos atributos son mejores que otros, pero todos necesitamos algo que nos defina para que la gente nos recuerde (“¿A quién te refieres? ¡Ah, esa chica que era tan graciosa!” o “¡Aquel chico que cantaba tan bien!”).
Del mismo modo, los actores, a través de nuestro perfil -del que más adelante hablaremos-, intentamos fijarnos una reputación en un área determinada.
El problema es cuando estas reputaciones llegan a hacerse negativas o se hacen tan intensas que llega un punto por el que sólo nos recuerdan por eso:
- Aunque en un principio te vino bien que la gente te recordara por un trabajo o una faceta determinada, al cabo de un tiempo crees que tú, como artista, eres mucho más que esa imagen que tienen los demás de ti y esto te limita, te afecta y te desmotiva.
- Te cierran las puertas sólo por ser quien eres.
Quítate el miedo a encasillarte
Aceptémoslo: es muy difícil o hay que tener mucha mala suerte para llegar a ese punto de encasillamiento tan radical. Y si se nos encasilla un poco, ¿qué hay de malo? ¿Es que Penélope Cruz no gustó en Hollywood por ser la típica española guapa en todos sus trabajos? ¿No es Jonny Depp el raro excéntrico película tras película?
No solo no han dañado sus carreras por definirse, sino que las han hecho aún más fuertes.
Los actores que odian a muerte el encasillamiento son precisamente los que tienen menos control sobre su perfil y su marca personal: el temor que les produce ser encasillados les impide avanzar en su carrera.
Piensa por un momento. ¿Qué es lo peor que podría pasarte si el encasillamiento afectara negativamente a tu carrera? Hay muchas acciones que podrías tomar para afrontarlo, así que deja de preocuparte por algo que no tiene tanta importancia.
Piensa que, si se te encasilla es porque lo has hecho bien. Has creado un personaje memorable o tienes alguna cualidad fuera de lo común. Por eso los productores intentan repetir ese éxito, pues, al fin y al cabo, lo que quieren es rentabilizar sus obras.
Potencia tu perfil
No solo debes vencer tu miedo a encasillarte, sino que debes encontrar aquello que te hace único.
El perfil, esa palabra que tanto nos gusta utilizar a los actores para identificarnos, no es más que la suma de esas características que nos definen -no solo nuestra personalidad y nuestras habilidades, sino nuestro físico- y hace que consigamos un tipo de papeles específicos.
Es crucial que encontremos el nuestro porque representantes, directores de casting, directores o productores hablan siempre de perfiles para describir el tipo de actor que están buscando y, si tú no te mueves dentro de unos límites, es muy difícil que te relacionen con los personajes y te llamen para hacer una prueba. Necesitan ponernos en alguna categoría.
Esas clasificaciones trabajan a nuestro favor porque, nos guste o no, la primera impresión es la que cuenta. De este modo, si somos listos, en la sala de casting y otras situaciones de nuestro trabajo aprovecharemos esa tendencia que tenemos todos a generalizar.
Conocer tu perfil te hará tomar control sobre tu carrera, lo que proyectas a los demás y lo que ofreces. Tener un perfil determinado será la razón por la que encuentres la mayoría de los trabajos.
Sé positivo
Vivir de la interpretación es un logro enorme. Aunque no siempre encuentres los trabajos de tu vida y con unos disfrutes más que con otros, todos ellos te darán la oportunidad de hacer crecer tu CV, aprender nuevas destrezas y conocer a gente del sector que te pueda abrir a su vez nuevas puertas.
Por tanto, nuestro consejo es que trates de mantenerte siempre en activo y no rechaces ninguna oportunidad, a no ser que tengas varias para elegir o vaya en contra de tus valores.
Lo que quieres es trabajar y vivir de la interpretación. Ya tendrás tiempo de volverte más exigente cuando las cosas te vayan mejor como actor y te lo puedas permitir.
Si no tienes claro si el rumbo que estás tomando como artista es el adecuado o no estás plenamente satisfecho con los trabajos que encuentras, cuenta con nosotros para asesorarte: ¡Consejos, información y definición de objetivos de la mano de nuestros expertos en Premiere Actors!
Si te has quedado con ganas de más, aquí tienes la segunda parte de nuestro artículo: El encasillamiento del actor (parte II). Soluciones.