Ensayar, gestionar asuntos, dar forma a proyectos, buscar castings, hacer contactos, seguir formándote, atender el móvil, descansar, desayunar, comer, cenar… ¡Cómo hacer tantas cosas teniendo el día nada más que 24 horas!
Seguro que con el ritmo de vida que llevas, es comprensible que en ocasiones llegues tarde a los compromisos.
Sin embargo, en un trabajo como el nuestro, donde la puntualidad es esencial, es sorprendente lo extendida que está entre los actores y actrices la costumbre de pasarse de la hora.
Tal vez pienses: «¡No, no, si yo no soy de esos!». Vamos a ver unos ejemplos para comprobarlo:
Lo que piensas tú Vs. lo que piensan ellos
- Lo que piensas tú: “El metro se ha retrasado, no pasa nada por llegar 10 minutos tarde”.
Lo que piensan en la agencia: “No tiene interés, es un actor de los que siempre ponen excusas”.
- Lo que piensas tú: “No encontraba la dirección”.
Lo que piensa el director de casting: “No me interesa, me va a dar problemas”.
- Lo que piensas tú: “No he podido venir antes”.
Lo que piensa quien ha quedado contigo: “Sí que podías haber venido antes. Haberte organizado, yo lo he hecho”.
En resumen, si llegas tarde a los sitios, por un lado estás faltando al respeto a la persona que te está esperando, y por otro estás perdiendo oportunidades valiosísimas para ti mismo. El tiempo es oro, tanto el tuyo como el suyo, por lo que debes ser consciente de que, si te retrasas, conseguirás que la otra persona pierda gratuitamente algo tan preciado y sienta que no estás mostrando la profesionalidad que deberías.
Ya sea de forma puntual o de forma habitual, todos podemos caer en la tentación de no llegar a la hora acordada. Y es que a lo largo del día los artistas solemos tener demasiadas cosas diferentes que hacer, por lo que es muy fácil dispersarse entre todas esas tareas, perdiendo el control sobre el tiempo.
Llega puntual
¿Y qué es exactamente llegar puntual? ¿Llegar mucho tiempo antes o a la hora exacta?
Si llegas con demasiada antelación, la persona con la que has quedado quizá no te esté esperando y le causes alguna molestia (por ejemplo, si tenía que preparar algo antes). Por tanto, llegar puntual puede considerarse llegar 5 minutos antes o llegar a la hora justa, que es como seguro que aciertas.
No podéis imaginar lo valorada que está en esta profesión la puntualidad, ya que los artistas tenemos muy mala fama por este motivo.
Que producción mande un coche a casa de un actor o una actriz para recogerle antes de un rodaje no se hace siempre porque consideren que sea una estrella. El coche casi siempre le recoge para asegurarse de que no se ha quedado dormido o que no va a llegar tarde. Un taxi o un chófer siempre será más barato que tener a todo un equipo de producción esperando a un intérprete impuntual. ¡Los costes de producción pueden contarse en miles de euros con solo unos minutos de retraso!
Ten siempre presente la Ley de Murphy
Murphy era un pesimista que afirmaba, entre otras muchas cosas, que “todo lleva más tiempo de lo que se pensaba al principio”.
Con esto queremos recomendarte que seas previsor, es decir, que te adelantes a los posibles contratiempos que puedan surgir, porque es muy posible que surjan. Estos pueden ser, por ejemplo, una huelga de transporte, una llamada inoportuna, una reunión que se alarga…
Gestiona mejor tu tiempo
Tranquilo, ¡todo tiene solución! Y es que no hay nada mejor que ser consciente de la importancia que tiene cada minuto para dominar tu horario por completo. ¡Ten presentes las siguientes indicaciones!
Para que el tiempo sea eficiente y esté bien gestionado, la clave es la organización. Para ello, es fundamental que a primera hora de la mañana dediques varios minutos a autoplanificarte utilizando, por ejemplo, una agenda, un post-it o tus notas en el móvil.
- Primero escribe los asuntos y reuniones que deberás resolver inevitablemente a lo largo del día, es decir, lo que debes hacer sí o sí. No olvides escribir y recordar las horas exactas a las que tienes previsto iniciar cada tarea, ya que esas horas son sagradas.
- A continuación, si encuentras espacios vacíos, procura rellenarlos inteligentemente. Es decir, utilizarlos para avanzar en temas que tienes pendientes, o para preparar la siguiente tarea. No te pierdas en banalidades, es decir, haz cosas a lo largo del día que te aporten algo, y hazlas bien. Por tanto, si tienes que trabajar, trabaja; si tienes que desconectar, desconecta; si tienes que descansar, descansa.
- Por último, cuando termine el día, repasa si has cumplido todo lo que te habías propuesto y haz autocrítica. Es algo con lo que las actrices y los actores estamos muy familiarizados, por lo que este chequeo final te dará la pauta para hacerlo mejor al día siguiente.
Si te acostumbras a planificar tus días, verás cómo en poco tiempo aumentarás tu productividad, reducirás el estrés y respetarás las horas fijadas, llegando puntual a los sitios.
Si te no queda más remedio que llegar tarde…
Somos seres humanos y todos cometemos errores, alguna vez tenía que ocurrir: estás viendo que muy posiblemente te vas a retrasar. En este caso, ante la mínima sospecha de que lo mismo no llegas puntual, es fundamental que avises. Un aviso que ha de ser previo, con suficiente antelación, y que informe a la otra persona acerca del tiempo que va a tener que esperar.
Posteriormente, una vez hayas llegado tarde o, si directamente no has llegado, lo principal es que te enfrentes a la situación y te dirijas a quien has hecho perder el tiempo pidiéndole sinceras disculpas. Es importante que sepas con toda seguridad que tus disculpas han sido recibidas y escuchadas. Por tanto, olvídate de enviar un mail, un whatsapp o de decirlo a través de una tercera persona, ya que queda muy poco profesional.
Esperamos que este post te haya servido para reflexionar sobre la importancia que tiene el tiempo, tanto el tuyo como el de los que te rodean. ¿Tú eres de los que esperan o de los que se hacen esperar? ¿Cómo crees que podrías disponer mejor de tu tiempo? Cuéntanoslo en nuestras redes.
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