La gente que se queda después de una película viendo los títulos de crédito, ¿por qué lo hace? ¿Realmente los encuentra interesantes o es que solo quiere dársela de cinéfila? ¿Es capaz de fijarse en algo, con lo rápido que van?
En Premiere Actors queremos responderte a todas estas preguntas, pero no sin antes hacerte varias a ti. Las más importantes: ¿merece la pena que tú también veas los créditos? ¿Realmente aprenderías algo de ellos?
Empecemos por el principio…
¿Qué son los créditos o títulos de crédito?
Son los nombres de los actores, productores, director y todos los profesionales que han hecho posible la obra audiovisual (película, serie, cortometraje, videojuego…), así como las empresas o instituciones que también han participado en ella y otra información complementaria: banda sonora, agradecimientos, derechos de autor…
¿Levantarse de la butaca o el sillón, o no?
Durante las primeras décadas del cine, todos los créditos se ponían al principio, y la película acababa con la última escena. Así, era fácil que la gente les prestara atención. Pero a medida que las producciones se fueron haciendo más complejas, se fueron pasando hacia el final, y ahora lo más común es que aparezcan tanto en la secuencia de apertura como en la de cierre.
Fue a partir de los 80 cuando se empezaron a incluir bromas, bailes, etc., justo en el final, para premiar al público que se quedaba hasta el último momento. Todavía es algo que se hace con relativa frecuencia, aunque suele ser fácil para el espectador saber si merece pena quedarse sentado un rato más o no por si hay sorpresa, dependiendo de si la plataforma de streaming corta o deja los créditos, o si la sala de cine enciende las luces para que el público se marche o las deja apagadas para que no se levante.
Puede que tú seas de los que piensa: “Pero si no conozco a nadie de los que salen y además no tengo memoria para recordarles… ¿Para qué molestarme y fijarme en ellos?”
Uy, ¡la de cosas que puedes aprender para tu carrera artística viendo los créditos! Te pueden aportar información súper valiosa. Veamos:
- Te familiarizas con los nombres más reconocidos (actores, directores, productores…), especialmente en las secuencias del principio. Si quieres ser un buen actor o actriz, qué menos que tener un poco de cultura general, ¿no?
- Empiezas a tener hilos de los que tirar y a conocer mejor la industria en la que te mueves. Esto, obviamente, solo aplica a producciones de la ciudad o país en el que trabajas, de modo que, a partir de hoy, ya puedes ir tomando nota de quién ha sido el responsable de casting o qué productoras han hecho posible el proyecto. Todas ellas son personas a las que contactar y enviar tu material artístico para que te conozcan. ¡Qué mejor modo de hacerse hueco en nuestro sector!
- Conoces los distintos departamentos que han participado en el proyecto. Casi siempre tendemos a pensar que una producción audiovisual la lleva a cabo el director, los actores y unas cuantas personas más, pero si prestaras atención a todos los equipos que realmente están involucrados, te sorprenderías. Esa información también puede darte juego para buscar por Internet en qué consiste este o ese departamento, aumentar tu vocabulario técnico… De nuevo, más cultura general que te hará más fácil desenvolverte en el set de rodaje y participar en conversaciones del equipo.
- Te puedes hacer una idea de los miles o millones que ha costado. Quizá no te lo hubieras imaginado para esa producción que no parecía para tanto y, sin embargo, ¡te das cuenta de que su producción ha sido una auténtica pasada!
Aun así, los títulos de crédito no solo sirven para eso…
Los más cinéfilos dicen que son parte de la peli, y no les falta razón.
- Los créditos iniciales te sumergen en la atmósfera o ambientación de la película o la serie, e incluso te van revelando ya cosas que te ayudan a comprender la trama, por lo que es mejor tener ya las palomitas preparadas y prestar atención desde el principio.
- Los créditos finales son perfectos para digerir lo que acabas de ver o secarte la lagrimilla, al igual que te quedas con un libro en la mano durante unos minutos cuando te lo acabas. De la misma manera, también puedes disfrutar de la magnífica banda sonora o de los efectos visuales, que en ocasiones son auténticas obras de arte.
Estamos tan poco habituados a quedarnos viéndolos que nos parecen una eternidad y, en realidad, los créditos más largos de la historia han durado unos 8 minutos. ¿Qué es eso después de haber visto más de una hora de metraje?
Si en el teatro el público aplaude al elenco una vez terminada la obra, en el cine el equivalente son los créditos. Fijarse en ellos es también una manera de respetar a los que han formado parte: cada nombre es un profesional que ha hecho un trabajo del cual, posiblemente, se sienta muy orgulloso. A ti también te gustaría que te respetaran y leyeran tu nombre, ¿verdad?
De todas maneras, aunque nosotros te recomendamos que los veas, tampoco hace falta que te obsesiones. ¿Realmente hay que fijarse en todo con lo rápido que van, y verlos siempre?
Para nada. Simplemente, puedes prestar atención a los créditos de apertura y, en ocasiones, a los finales también, especialmente si se trata de producciones nacionales, para conocer mejor la industria en la que, al fin y al cabo, te estás moviendo.
A nosotros nos encanta ver a compañeros con los que hemos trabajado en el pasado, profesores que hemos tenido y artistas o creadores a los que hemos ayudado. 😊
Recomendaciones finales
- Si vas al cine y te levantas nada más terminar la película porque no los quieres ver, respeta a la gente que sí quiere hacerlo. No te quedes de pie tapando a los de detrás si observas que siguen en sus butacas.
- En caso se haber sido tú quien haya participado en una producción, ¡te damos nuestra enhorabuena! Aparecer en los créditos es algo que te aporta visibilidad y reconocimiento. Has de saber que tienes derecho a aparecer en ellos, seas actor o actriz protagonista, secundario/a, de reparto o de pequeñas partes. En ese caso, tendrás que asegurarte bien de dónde te incluyen y de que escriben correctamente tu nombre artístico. En este post te explicamos con más detenimiento todo aquello que debes tener en cuenta al pactar con la productora.
- Cuando no tienes experiencia, es muy común que te ofrezcan la participación en un cortometraje u otro proyecto no remunerado a cambio de incluirte en los títulos de crédito, prometiendo darte visibilidad y reconocimiento. En estos casos, por favor, valora si es justo o no. Trabaja gratis solo entre amigos, estudiantes o en proyectos que no dispongan de presupuesto. Está claro que necesitas escenas para tu videobook y experiencia para añadir a tu currículum de actor o actriz, pero si se trata de alguna producción profesional, tu retribución también debería serlo.
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