Hace un par de días hablábamos con Blanca, una actriz, y nos decía que tenía problemas con las manos y los brazos al actuar. Estamos seguros de que ella no es la única que tiene esta dificultad, y puede que a ti también te ocurra. Por eso esta semana hemos decidido dedicar este post a todos los que les pasa algo parecido a lo siguiente:
“A veces no estoy seguro de qué hacer con mis manos al actuar. No quiero sobreactuar y mover mis manos excesivamente porque me da la sensación de que queda antinatural, y por otra parte no quiero parecer una estatua cuando estoy de pie. ¿Qué hago?”
Muchos actores no tienen problema, otros no saben qué hacer con sus brazos y manos, y otros muchos las utilizan inconscientemente de la siguiente manera:
- Bucle “cruza-descruza-jarra”, y vuelta a empezar. Cuando escuchas las réplicas te cruzas los brazos y durante tu parte de diálogo pones los brazos en jarra. Nos os podéis imaginar la cantidad de actores que hacen esto.
- A modo de pingüino, aleteando, para los que prefieren dejarlas abajo.
- A modo de camarero, como llevando una bandeja.
- Etc.
No os preocupéis, hay muchísimos actores a los que les pasa lo mismo. Se dice que Brad Pitt siempre tiene que estar distraído con alguna tarea porque no sabe qué hacer con ellas y al final siempre acaba comiendo en sus películas. En muchas ocasiones hacemos alguna otra actividad a la vez ante la cámara y no tenemos problema, pero en el escenario o en un casting es cuando de repente nos hacemos conscientes, y es cuando se nos hace más difícil.
Principales motivos de nuestro bloqueo con las manos
Razón nº1: Problema de enfoque. Nuestro problema es precisamente que nos hemos obsesionado con nuestras manos. Estamos más pendientes de ellas que de interpretar las emociones de nuestro personaje en cada momento de manera natural.
Razón nº2: Sólo interpretamos las palabras. Nos hemos aprendido el guión perfectamente letra por letra pero, ¿hemos analizado de verdad lo que siente mi personaje al decir ese diálogo? Cuando actuamos en base a las emociones el cuerpo debería actuar solo. Nuestro sistema de comunicación no verbal sólo funciona cuando de verdad sentimos lo que estamos diciendo.
Como puedes ver, sea cual sea tu problema, al final se resume sólo en uno: la falta de conexión con tu personaje. Tus manos no son las que obstaculizan tu interpretación, sino que son el reflejo de algún otro problema, que será el que tengas que tratar. Por algún motivo no llegas a meterte 100% en la piel de tu personaje y por tanto tu interpretación no resulta orgánica y natural.
El cuerpo, extensión de la mente
En la vida real, si acusamos a alguien, negamos algo o nos sorprendemos ante una noticia ni siquiera pensamos lo que hacemos con las manos. Es decir, el cuerpo es casi siempre sólo una extensión de la mente y todo lo que sale de él son las señas de lenguaje no verbal, que suelen ser acordes con lo que sentimos.
Si en nuestro día a día no prestamos atención a lo que hacemos con nuestras manos al hablar, ¿no crees que al actuar deberíamos dejar que pasara en cierto modo lo mismo?
La respuesta al “qué hacer con las manos” no está en ellas, sino en las acciones que salen de tu cabeza. Si te concentras en la escena, en tus compañeros de reparto, en la situación y en las emociones de tu personaje, las manos actuarán solas.
Otro problema muy común es “no saber andar ante la cámara” o no caminar de manera natural. Ocurre exactamente lo mismo que con el dilema de las manos. En nuestro día a día estamos cómodos con nuestro físico y nuestra gestualidad y no la prestamos atención. Sin embargo en cuanto tenemos delante a un público o sabemos que alguien nos puede estar observando nos hacemos conscientes, sea en el teatro, en el set de rodaje o hablando de cara al público.
Deja de preocuparte. El público o espectador no tienen el menor interés en tus manos o en tus pies, sino en el todo. Si te concentras en transmitir el mensaje debidamente, con la emoción e intensidad que se necesita, harás de todo un conjunto y no harás que la gente se fije en puntos o gestos concretos. Tus gestos apoyarán naturalmente lo que estás diciendo.
Ejercicios para practicar
Para empezar, ¿por qué no reseteas? Empieza desde cero. Relájalos completamente dejándolos caer, y no te esfuerces por moverlos. Practica y vuelve a practicar de esta manera y al cabo de un tiempo verás cómo empezarás a moverlos sólo cuando sientas un verdadero impulso de utilizarlos en tu interpretación.
Una variante del ejercicio anterior puede ser meter las manos en los bolsillos y practicar varias veces el guion. ¿Te resulta difícil, verdad? Entonces puedes pasar a la siguiente fase: actuar con solo una mano. ¿Qué notas? Hazlo varias veces y cuando empieces a notar que se te vuelve a hacer difícil estarás preparado para pasar a los dos brazos. Has aprendido a utilizarlos de manera natural.
Cuando actuamos, nuestra energía fluye tanto por nuestra voz como a través de nuestro cuerpo. Muchos de estos gestos los hacemos inconscientemente para liberar parte de esa tensión. Hasta los actores de doblaje necesitan sus manos para puntuar y ayudarse al doblar.
Como habrás visto, semana tras semana recomendamos grabarte, pues es uno de los mejores ejercicios que puedes hacer por tu cuenta. Intenta cambiar tu foco y concéntrate en tu voz, por ejemplo, o en los gestos de tu cara. Olvida tus manos por un momento. ¿Has visto algún gesto espontáneo al analizar el video?
Otra idea es observar a otros actores. ¿Cómo reaccionan ante una situación parecida a la que vive tu personaje? También hemos dicho en alguna otra ocasión que apagar el volumen de la TV es muy útil para saber si un actor es bueno o malo, pues es cuando te das cuenta de si sólo repite el guion o utiliza realmente la comunicación no verbal para acompañar su mensaje. Analiza y aprende.
Aun así cada actor tiene sus trucos y su propio método crear e interpretar su personaje.
A lo mejor lo primero que necesitas es tomar consciencia y fijarte en lo que haces con tus brazos y manos en tu vida diaria de forma natural. Observa gente cuando hablan entre ellos y a otros actores que te rodean. ¿Qué ves natural? El poder de la observación es esencial para un actor. No solo debes fijarte en las manos sino en la voz, en los movimientos, en la cara… observa a los demás y obsérvate a ti en tu vida diaria.
Como ves te hemos propuesto diferentes ejercicios, que son sólo ideas. Está en ti probarlos y decidir cuál es el que mejor te conviene, aunque como consejo de Premiere Actors, creemos que la mejor manera de solucionar este problema es dejar de pensar en él.
¿Alguna vez tuviste este problema con las manos y trabajaste hasta solucionarlo? Cuéntanos qué ejercicios te fueron mejor. ¡Nos encanta escuchar tu opinión!
Para muchos más consejos, trucos y ejercicios para practicar, no se te olvide suscribirte a nuestro blog y seguirnos en las redes sociales 🙂