Estudiar interpretación → buscar repre o agencia → hacer castings → encontrar trabajo.
Especialmente durante los primeros años, todos tenemos plantada una idea de cómo será nuestra carrera artística. Parece hasta fácil: sigues esos pasos, y ya. Pero resulta que luego no acaba siendo tan de manual como parecía.
Las circunstancias de la vida se te van poniendo por delante y hay que aprender a sortearlas para conseguir salir adelante con tu sueño. Vives en una ciudad o en otra. Tienes unos recursos u otros. Un tiempo, unas circunstancias propias… y lo más importante: una forma de entender la profesión, unos gustos, unas preferencias y unos deseos específicos.
Tienes un “por qué” te has metido en esto y un “para qué” propio, que no es igual al de tus compañeros.
¡Eres único/a!
Si quieres, no sobrevivir, sino llegar lejos, y aún más, llegar feliz, necesitas vivir esta profesión de manera lo más alineada posible con tu situación, tus gustos y tu estilo de vida. Porque de lo contrario, siempre irás forzado y no tendrás resultados.
Para ello, es necesario que sepas lo que quieres (o lo que no quieres), y aprender a poner tus límites y tus reglas.
¡En tus manos está cómo deseas vivir esta maravillosa profesión!
Red flags
¿Cómo saber que no vas por el camino adecuado?
- Cuando acabas de formarte y consigues tus primeros trabajos, ves que esto no te llena. ¿Cómo es posible, si es justo lo que siempre habías querido? ¿Qué está pasando?
- Los papeles que te llegan nunca son de lo que a ti te gusta. Te sientes encasillado/a, no van demasiado con tu perfil o tú te ves más en comedia, pero solo te llegan dramas.
- Solo consigues trabajos mal remunerados, pequeños, inestables o con contratos abusivos.
- No terminas de despegar, nada parece funcionar y no sabes muy bien por qué.
- Sientes que tus trabajos no van acordes a la vida que tú quieres.
Si has respondido “sí” a varios de estos puntos, es obvio que algo no está como debería estar.
Es muy probable que estés funcionando acorde a una serie de patrones de pensamiento que, involuntariamente, te van limitando o llevando por el camino equivocado (por ejemplo, conformarte con cualquier cosa por falta de seguridad en ti mismo/a). Por eso, trabajar tu mentalidad es tan importante.
Lo que queremos transmitirte es que eres tú la jefa o el jefe de tu carrera. La suerte no se encuentra, ¡se busca! De modo que partir de hoy, nada de funcionar por inercia. Ha llegado el momento hacer un STOP cuando algo no te interesa. Porque cuando tienes una visión estratégica y diriges cada pequeña acción es cuando, finalmente, coges carrerilla.
Tú pones las reglas
Nada de conformarte con cualquier cosa que te venga. Tú tienes el poder de decidir.
- El representante o agencia que quieres:
Tras crearte la lista de profesionales con los te gustaría trabajar, empieza contactando sólo a quienes más te interesan (ya tendrás tiempo de bajar el listón más adelante si ves que no te funciona tu campaña de búsqueda). Si empiezas al revés, significa que sufres el famoso el síndrome del impostor, ¡y lo primero que debes hacer es trabajar en ello! 😉
También tienes la capacidad de decidir si firmas o no con quien esté interesado en representarte, de negociar los términos del contrato (algunas cláusulas por ley y otras por paz mental), e incluso de finalizarlo si no te interesa continuar.
[Para estos últimos puntos, recurre siempre a un abogado experto para que te asesore bien y no hagas ni firmes nada de lo que te puedas arrepentir].
- El tipo de trabajos que quieres:
Tampoco tienes por qué aceptar cualquier papel. Puede que tus primeros trabajos estén lejos de ser los trabajos de tu vida, pero no hablamos de eso.
A lo mejor te genera un conflicto con tus horarios o fechas, es un papel que va en contra de tus valores o de la dirección que quieres tomar en tu carrera. Quizá no estás de acuerdo con la remuneración, las condiciones de trabajo te parecen abusivas o simplemente prefieres no trabajar con ese director o ese equipo…
Puedes tener muchas razones. Una respuesta sincera, con educación y que empiece por “Me encantaría, pero…” debería ser suficiente.
Para avanzar, a veces hay que soltar.
- Tu caché:
Trabajar gratis no es trabajar. No nos cansaremos de repetirlo.
Como profesional que eres, no solo debes cobrar por ello, sino cobrar lo que consideres justo. Nadie mejor que tú sabe el esfuerzo, los recursos empleados o el tiempo de preparación que le dedicas a cada proyecto. Al poner tus límites, te estas dando valor.
- Tu estilo:
Tú tienes la última palabra sobre tus fotos, tu videobook y el resto de tu material artístico.
Sin duda, es recomendable que sigas los consejos de los expertos, porque posiblemente sabrán mucho más que tú, tendrán una visión más amplia y más experiencia…, pero también es igual de importante que resuenes con el material que estás mandando y que estés orgulloso de él, aunque sea diferente a lo que te han aconsejado. Esa confianza ten por seguro que la transmitirás, y eso también te dará resultados.
Como sabes, las reglas están para romperse. 😉
- Tu esencia:
Tenemos la suerte de que, en los tiempos que corren, los perfiles de los artistas son cada vez más diversos en cuanto al físico, los acentos e idiomas… Es mucho más fácil que puedas encajar en diferentes proyectos. Además, tu personalidad es única.
Por tanto, si en una agencia o en un trabajo te ponen condiciones o te intentan cambiar (te sugieren alguna operación o que transmitas una forma de ser que no es la tuya), huye. Sabemos de profesionales y empresas de prestigio que lo hacen por sistema. ¡No dejes que nadie te quite tu estrella!
- Tus ritmos:
Hay personas que pueden dedicar todo el tiempo del mundo a este oficio, pero puede que no sea tu caso. A lo mejor tienes cargas familiares o combinas esta profesión con otros trabajos o estudios.
No aceptes nada que te suponga una losa y acabe quemándote. Tienes la suerte de dedicarte a algo que te apasiona. Si deja de ser así, ¿qué sentido tiene estar metido en esto? ¡Estás aquí para disfrutar!
- La gente con la que te rodeas:
Profesionales que te traten bien, que te respeten, que te apoyen y que te guíen cuando lo necesites. Amigos con los que compartir tus altibajos, tu pasión por la cultura y esta maravillosa profesión…
La gente de la que te rodeas influirá enormemente en tu capacidad para lograr el éxito.
En tus manos está el desenlace
Llegados a este punto, ¿quién te ha dicho que tu carrera artística no estaba en tus manos? ¿Aún sigues creyendo que es así? 😉
Nuestra misión en Premiere Actors es promover un sector sano, fuerte, seguro y protegido, y no pararemos hasta que lo consigamos. Para ello necesitamos a actores y actrices empoderados, como tú, que sepan que pueden transformar el destino de sus carreras y, por tanto, de esta industria.
Las cartas ya las tienes (tu formación y experiencia, tu perfil, tu situación actual, tus sueños y objetivos personales…), pero hay muchas maneras de jugarlas. ¿Cómo deseas hacerlo a partir de ahora?
En Premiere Actors nos tomamos muy en serio tu situación personal, y sabemos que no todas las fórmulas valen para todas las personas. Si te sientes perdido/a o estancado/a y quieres impulsar tu carrera en la interpretación, aquí nos tienes para valorar tu situación, explicarte todo lo que necesitas, aclarar todas tus dudas y crear tu plan de acción personalizado para que consigas trabajar de lo que amas. ¿Hablamos?